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La importancia de las dietas tradicionales en la salud
Rosaura Leis reivindica el valor de la dieta atlántica, cree que es el momento de pasar a la acción y pone el foco en la alimentación de los más pequeños, una responsabilidad que nos atañe a todos.
“Si queremos salud, debemos volver a esas dietas tradicionales desde el primer momento de nuestras vidas”. Esa ha sido la última reflexión que ha dejado Rosaura Leis, presidenta del Comité Científico Fundación Dieta Atlántica y pediatra gallega que reivindica, con convicción, pero también con datos, la recuperación de una dieta, la atlántica, de la que Galicia y Portugal son el mejor exponente.
“Es una dieta con una evolución de más de 2.000 años y que secaracteriza, como toda dieta saludable, en el abundante consumo de pescados, mariscos, moluscos y crustáceos, frescos, en conserva o congelados. Se basa en el producto local, fresco, mínimamente elaborado”, ha matizado.
Ha enumerado los diez mandamientos de la dieta atlántica, entre los que estarían consumir más grano entero, más pescado, más vegetales, frutas y aceites de oliva, más lácteos, más carnes y embutidos magros… Y también tiene que predominar el vapor, la cocción, la plancha y el horno, evitando las frituras. A su vez, debemos limitar las comidas rápidas ricas en grasas y azúcares o las bebidas azucaradas.
Y en esa dieta, al igual que en la mediterránea, el pescado tiene un papel fundamental, como importante fuente de nutrientes, más allá del Omega 3, del que tanto se ha hablado durante la mañana de hoy:“Es mucho más que ácidos grasos polinsaturados. Es una suma de beneficios, de sinergias entre sus componentes”.
Según la pediatra, el consumo recomendable es de tres raciones a la semana, dando prioridadal pescado azul: “Es muy importante desde el punto de vista de la fertilidad, porque mejora la calidad del esperma; pero también es clave en el embarazo para el desarrollo del feto. Y en personas mayores, lo es para su capacidad cognitiva”.
Falta de adherencia
Eso sí, no se puede negar un descenso del consumo del pescado, que va unido a una falta de adherencia a las dietas tradicionales, mediterránea y atlántica, “que son un seguro de vida para nuestra población”. La experta cree que “debemos adaptar las recomendaciones a nuestras tradiciones, hábitos tradicionales o necesidades, a los patrones de dieta de cada país. Y, aquí, el pescado debe ser matriz alimentaria”. Leis ha repasado varios estudios en los que ella misma ha participado y ha puesto en valor cómo los resultados siempre revelan una relación directa entre el consumo de pescado y una mejor salud.
Pero, evidentemente, no todas las lecturas son positivas y, en los años 80, la FAO ya señaló que estas dietas están en peligro de extinción: “No hay más que ver cómo los niños, desde los primeros años no cumplen las recomendaciones nutricionales, ni omega-3, ni hierro, ni vitaminas… Existe un consumo excesivo de gasas saturadas y se pierde adherencia a las dietas tradicionales”.
Leis ha aludido a un estudio en el que ningún niño de entre una muestra de 1.700 cumplía las recomendaciones alimenticias: “Esto varelacionado directamente con la obesidad y el uso de pantallas mientras comemos, un verdadero riesgo”. Y es que para Leis no solo es importante qué comemos, “sino cómo lo comemos y cuándo lo comemos; ahí está la importancia de la crononutrición, en qué momento se toma”.
A modo de conclusión, la pediatra ha defendido que, “ante el riesgo que tenemos para la salud es el momento de la acción.Como pediatra, creo que debemos detectar, paliar y educar”. Pero también considera que “los abuelos, además de cuidar, nos pueden enseñar a cocinar y a recuperar dietas. También están por supuesto los padres y profesores, pero también políticos, que nos van a tener que escuchar, ayudar y apoyar”.